Olvida,
sí, el delirio
de
luchar con augures
y
escombros. Mira sin afirmar.
El
futuro no es tuyo.
(Ida
Vitale - "Olvidar la distancia")
Escribe
con tu plumaje blanco sobre la lámina azul de la ría: bríndame un
verso de belleza nívea para la noche que acecha con su oscuridad
tremenda. Bate tus alas sedosas y abrígame las palabras
soñadoras.
Nada,
perseguido por tu estela mágica, hasta la orilla silente donde se
escondió mi grito. Deja allí el sedimento de tu hechizo y sálvame
de la agonía penumbrosa y la impotencia que residen al borde del
abismo.
Adorna
con tu silueta ese paisaje que sospecha del límite nocturno en el
que habitas cuando llegan las sombras. Cuéntame tu infancia triste
frente a los espejos y cómo la bondad del tiempo renovó tu
reflejo.
Muéstrame
las caricias de tu vestido adulto al que el agua toca sin dejar
huella. Alza tu cuello nevado y otea el horizonte con el orgullo de
lo divino.
Yo
tengo tu retrato en la infancia cuando aspirabas a ser bello y todos
los símbolos decían lo contrario. Hoy miras el objetivo con lujuria
desde tu querencia y tu cabeza hermosa se inclina en una reverencia.