Qué
anemia y apatía
la
de los otros sentimientos!
(Wislawa
Szymborska - "El odio")
Escapar.
El sonido atronaba dentro de su cabeza. Y entonces ella sólo pensaba
en escapar.
Lejos
de aquellas calles, lejos de la trampa que era allí su vida. Escapar
de aquella cárcel. Hacia el paisaje.
Hacia
donde sé diluían las aceras. Hacia donde se confundían cadenas y
aire libre.
Renacieron
el asco y el odio, los expulsó entre sus vísceras sobre la lámina
azulada en una ceremonia mortuoria. Las vistas se tornaron lúgubres
desde aquella perspectiva.
Todo
se agitaba, buscó el equilibrio de aquella tristeza inmensa. Cómo
evitar aquel silencio amargo, repleto de palabras luctuosas. Y aquel
odio dentro de sus entrañas, como un hijo no deseado que intentaba
arrancarse. Cómo limpiar un sentimiento tan sucio.
Sólo
un bello amor que la liberara podía contrarrestar aquel infernal
sentimiento. Envolvió sus pies en los festones del agua en un
intento de borrar sus huellas y regresar al refugio dando otros
pasos.
Recompuso
su forma, quería retornar a ella borrando esos años de cautiverio.
Borrar todo el dolor y todas esas noches de sufrimiento.
No
lloró cuando se lo dijo, se habló a sí misma: te han robado todos
estos años de vida y te han hecho sufrir.
Sin
embargo, esa presión en el pecho, ese nudo que no se desata, eran
síntomas ineludibles.
Y
ya no podía soportarlo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario