jueves, 19 de diciembre de 2024

SOY UNA MUJER MALTRATADA

 

Me llamo Dunia y me gusta contemplar el mar y las montañas con sus cimas nevadas.

Estoy presa en mi propia casa, muchas veces me planteé llamar al cero dieciséis pero nunca supe cómo contar mi historia.

Mi ex pareja continúa persiguiéndome y manteniéndome bajo el terror. No se lo puedo decir a nadie, porque nadie me creería.

Soy como un perro en una jaula. Un chip me ata. Ramón es ingeniero informático. El chip me fue implantado en una consulta odontológica. Sentí algo extraño, lo dije y el endodoncista me dijo que él no me había pinchado. Fue en la cabeza y desde entonces mi vida se convirtió en un infierno.

Durante un par de años fui de consulta en consulta médica, visité las urgencias en varias ocasiones, los dolores no cesaban con nada. Algunas veces esos dolores duraban 48 horas seguidas sin ningún descanso, sin ningún alivio. Las cefaleas me paralizaban. Finalmente un neurólogo me diagnosticó cefalea de origen inespecífico. Un día esos dolores desaparecieron y aparecieron otros nuevos. También tengo un acúfeno que a veces no me deja oír. Dejé de ir al médico y escuché atentamente los movimientos del otro lado de la pared. Que durante un tiempo largo fue agujereada por un taladro en diferentes puntos. Llegué a pensar que podían taladrar hasta mi pared.

El sistema es ideal para los maltratadores que disponen de bastante dinero. El chip se activa a distancia. Es difícil hallar a un culpable y denunciarlo. Está cerca. Es peligroso.

En ocasiones he pasado mucho miedo. No me acostumbro a vivir de esta forma. Aunque nadie lo sabe, siempre estoy muy triste. Me he quedado sin amigos. No puedo concentrarme en sus conversaciones. Mi actitud estrambótica los ha alejado. Quién me iba a creer lo que pasa?




lunes, 16 de diciembre de 2024

LINDOS SUEÑOS

 



"Cuéntame un cuento y verás que contento me voy a la cama y tengo lindos sueños"...
(Celtas Cortos)



Etérea, la nube cabalga en el horizonte. Solitaria, contempla a las gaviotas revoloteando sobre un cardumen plateado. El viento la empuja como a una niña prendida a una cometa de mil colores. Va siguiendo el rastro de plata hasta las rocas, allí esperan más aves. El mar agitado le enseña un peinado de espumas. Te muestro el cuadro viviente. Otras nubes de más allá del horizonte se acercan a completar la estampa.

De allende los mares llegó un ogro malo. Vaga por la orilla de la playa a la espera de tu mensaje amoroso. Es el ladrón de los sentimientos que no le pertenecen. Las novias, vestidas de negro, apostadas en las rocas, son presas de la desesperación.

Y ahora, cierra los ojos y duerme el sueño de los justos, mientras las hadas practican su magia.

Las olas esculpen con sus dedos los pasos en la arena. Se han guardado en sitios recónditos los bellos presagios. Una estrella de mar repta sabiendo que por fin has tenido bellos sueños. A lo lejos los delfines brincan.

Todo ocurre mientras sueñas. Que nadie te robe más tus fantasías. Despertarás brillante, con sed de buenos augurios, con un puñado de amor en cada mano, azul como el telón de la noche, exenta de las palabras que te angustiaban, con una mirada suave hacia el infinito donde residen los sortilegios... Estás ahí, mírate, mírame, en el espejo como Alicia.








miércoles, 11 de diciembre de 2024

VIGILIA

 


La luz lleva la noche en su nombre. No se cierran los ojos de la hoguera. Luna, como moneda, se introducirá en la alcancía de la vigilia. No me quiere, balbucea. Sólo transita por la madrugada con un apelativo en la garganta. Elogiarme a las cinco y querer destruirme a las ocho con un reclamo noctámbulo.

Usé los guantes nevados evitando las huellas en su rostro. Su boca sorda me menciona. Descubre un atajo que no lleva a la muerte. Lo dirá cuando por fin encuentre los vocablos que se aferran a la vida.

Niega sus fechorías y su poder para ejercer en las horas fantasmales.

Pero la mañana no es suya, sueña hasta tarde mientras la noche se va escapando.

Pretende anular la memoria porque no acepta que tengas un pasado ni un presente ni un futuro. Elude el rechazo y el buen sentido de quienes lo frenan.

Su vivir es patológico. Diría sin temor a equivocarme que su etiqueta es una psicopatía. Sabe el No gigantesco, él es el único que se arroga un Sí contra la voluntad de su víctima.

Un ápice de oscuridad ilustra la aurora. Las aves inauguran la jornada.




martes, 10 de diciembre de 2024

NO SERÁS TÚ



Acuno a una frase lánguida recostada en la cumbre de la tarde. Qué me cuenta? De nada sirve, ya sabes que estoy prisionera. Los sentimientos no importan al verdugo.

Salí a respirar el frío que anuncia el invierno, mi cuerpo tembló y acusó a la memoria: era libre y podía recorrer cada pensamiento, cada estribillo de mis canciones, cada sueño certero, cada recuerdo, cada imagen, cada mano tendida... Vivía en un susurro constante, en un presente activo y esperanzado.

Despertar sin conciencia, una boa apretando el pulso. Mi derrota es una victoria aunque no sanen las heridas. Lejos, muy lejos de él. La letra fue del amor y ahora es de su contrario con el propósito de curar.

Las manos atadas y en el hueco una oración. Nunca voy a aplaudir sus acciones, nadie respeta al que roba.

Miradas escondidas, súplicas burladas...

Remolino. El viento. El vino. Vino él? Convino. Un comino. No importa. Una letra. Mi impronta contra su malvada treta. No duerme. Muerde, perro, en la muerte.

Sacudo la botella del mensaje, puede que sea bueno agitar las palabras. Decepcionante. Son quejas a mansalva, lamentos, alaridos y el dolor como sedimento. Mírame y sigue con tu herramienta achicando el agua del naufragio. Es un momento de vacilación, de lento tormento, de adiós infinito.

Sisea. La sierpe quiere arrebatarme la calma. Elegí y mi sed lo proclama. No estás. Estoy y no serás tú.






sábado, 7 de diciembre de 2024

NACIÓ EN GHARGHAJKO DE LOS CHAGJFRES

 


Alteró mi existencia fabricando un patíbulo.

Cuando está suenan las paredes, aparecen jaulas con cotorras, añoro su ausencia, me molestan las aves, su gesto libre y recuerdo mi libertad y a quién me dejó disfrutarla.

Efímero instante en el que mi ser habló, fuera de la prisión y sus marcas.

Es tan bruto que no lo sabe.

Detesto sus herramientas y sus manos dispuestas al daño. A sus espaldas vienen latidos y se abren las posibilidades de volar.

Mi felicidad depende de su ausencia.

Se esconde, es cobarde y sólo detrás de una pared muestra sus garras. No es un animal, yo amo a los animales, es un ser humano maligno.

Molesta, siempre molesta.

You make me feel so free.

El silencio abre su puerta. Mi ventana da al mar. Mis ojos le ven arrimado a una farola como si intentara sujetarla y el día se vuelve oscuro, bajo miles de alfileres que se clavan en las nubes.


Mis palabras son urgentes. Querría reírme pero no puedo.

Qué sentir cuando no sientes nada? Cuál es el límite de sus confines? Qué rodeos hay que dar para alcanzar la libertad? Cuánto dolor es necesario para redimirse?

Le dedicaría un poema escatológico cada mañana. Risas al borde de las lágrimas.

Santa Teresa hablaba de la locura amorosa y Alejandra Pizarnik, extrajo la piedra de la locura.

Y ahora...

Sácame de aquí...

No me digas que esto sólo ha sido un juego para que sus vidas no sean tan frustrantes. Sólo tienes que hacerte cargo de los restos del naufragio y devolverme todas mis llaves.

Yo, previsora, comienzo a decirte adiós.





viernes, 6 de diciembre de 2024

PAISAJE URBANO



La silla avanza hacia el objetivo, la señora que va en ella sonríe, seguramente le gustan las fotos. Imagino que al llegar a su casa rescatará sus álbumes de juveniles recuerdos.

Unos minutos más tarde el joven de bermudas verdes mira a la cámara indagando. Lleva una mochila negra y va consultando su móvil. Al pasar a mi lado se para unos segundos y dice: "No me gusta que me hagan fotos". Luego sigue su camino, bastante despreocupado. El tiempo juega a su favor y se detiene a hacer una foto también.

Me muevo unos pasos y cambia el ángulo de visión. En un balcón un perro labrador observa. Entra en la casa como si alguien lo hubiera llamado. Posiblemente salga a dar su paseo, se oye un lejano ladrido señal de alborozo perruno.

Localizo con la cámara la última foto del día. Otro balcón, éste con algunas macetas de geranios y una mujer sentada en una silla. Lleva puesto un delantal blanco sobre su ropa. Está cerca, ve la cámara y me saluda con la mano amistosamente y así se convierte en mi última foto de un día soleado de tibia temperatura. La colgaré en Facebook esta tarde. 



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