jueves, 10 de julio de 2025

HIPPIE

 



 
El sitio no era muy grande, en ese pequeño espacio, bien acomodados, unas veinte sillas y una pequeña tarima donde había una banqueta y un micrófono. Un foco lanzaba haces de color dorado hacia la banqueta. Arrimados al mostrador de madera dos chicos de edad indefinida conversaban con el camarero, los tres llevaban el pelo un poco largo y vestían despreocupadamente. Uno de ellos, el más aspaventoso, lucía pantalones amplios de mil rayas y una camisa blanca de cuello mao.

Había llegado pronto, en realidad me había tropezado con una pizarra que indicaba una sesión de cuentacuentos. El trabajo me había dejado exhausta, sentarme allí en una de las últimas sillas, zona del bar penumbrosa, con una botella de cerveza, disminuía mi cansancio. La barra estaba muy cerca con lo cual casi podía oír la conversación de los tres chicos. Palabras sueltas a las que no pude dar un significado pero me gustaba el tono de sus voces.

Comenzó poco a poco a llegar gente, fueron sentándose en las sillas de forma aleatoria. Hasta mí llegaron los efluvios de una colonia cuya composición incluía el pachuli. Evidentemente esas notas de pachuli correspondían al chico de los pantalones mil rayas. La fragancia llegaba suave, como una pequeña ola que se deshace sobre la arena. Al olfato, se sumó el sentido del oído: un murmullo de gente conversando en voz muy baja. Comencé a sentirme bien y a decirme que entrar allí había sido una gran idea. Siempre me había gustado que me contaran historias.

Las sillas se habían llenado por completo, la convocatoria había sido un éxito. A quién no le gusta que le cuenten un cuento antes de irse a su casa? Llegar con una historia en el corazón mutaba el día.

El chico que estaba al otro lado de la barra, salió de allí se subió a la tarima y cogió el micrófono. Presentó a Eduardo apodado el "Hippie", el contador de cuentos. El título era Un viento azul. El Hippie, con sus pantalones mil rayas, tomó asiento en el taburete y comenzó a narrar la historia. Su voz era muy agradable. Y yo me perdí junto con mi imaginación en lo que contaba, algunas veces solamente a mí.

La gente aplaudió mucho y yo que también aplaudí lamenté que terminara el cuento. Pagué mi cerveza salí a la calle y encendí un cigarrillo, todo lo hice automáticamente ya que mis sentidos habían quedado atrapados por la trama del cuento.

Caminé hasta mi casa y mi último pensamiento esa noche fue ir al rastrillo y comprarme unos pantalones mil rayas. La colonia con pachuli había puesto una pincelada nostálgica en mi conciencia. 





jueves, 3 de julio de 2025

AROMAS

 



Esos no son mis olores, huele a pulpa de tomate. Pienso en un tomate fresco y siento náuseas. No es el tiempo de sus aromas frescos del mediodía, es medianoche. La luz de las luciérnagas marca en el calendario una noche de aceite crudo. La noche debería tener un aroma feliz de jazmines, como en el sur. Otras veces el ajo dentro del aceite elimina el encanto del atardecer, borra el olor del salitre. Si puedo entro en los comedores donde la variedad de las comidas no impregna el aire. El mundo, irónicamente, se vuelve comida mientras en algunos sitios la gente muere de hambre y de fragancias pestilentes de cuerpos putrefactos.

Viene a salvarme el incienso con sus efluvios maderosos. Pone otro sentido a los sentidos del alma. La noche se calma y la oscuridad despide a sus fantasmas.

En las mañanas poso mis pies sobre la hierba recién cortada, mis pasos en la alfombra etérea, en tanto digo las palabras que te recuerdan. Convoco a la dama alucinada que será la luna de esta madrugada con el aroma a sándalo. La madera perfumará mi morada en el sueño de plata.

Los seres inmortales huelen a flores y a escarcha y tienen alas transparentes de vivos colores, que indican la senda por dónde vamos a partir.

Hay un fragante destino en mi almanaque.




viernes, 4 de abril de 2025

RUPTURA


 



una bandada de palabras
posándose
una
a
una
en los alambres de la página
(Julio Cortázar - "Ahora escribo pájaros")

No, no es tan sencillo. Se ha roto, hacía mucho tiempo que no se rompía un vaso en casa. Fue un golpe. La fractura no fue inmediata. Sucedió por la noche. El vaso estuvo intacto hasta la mañana siguiente. La fractura se estuvo fraguando en el silencio.

Pensé en el Kintsugi.

Recibió el impacto de otro utensilio y no dio muestras de ninguna consecuencia. Sabía que había quedado herido, a pesar de su apariencia indemne. Permaneció allí, en la misma posición, arrimado a otro vaso de color amarillo, vacío, de transparencia impecable, como si nadie lo hubiera usado.

Se apagaron las luces, era esa hora en que toda actividad deja de tener obligatoriedad. Cuando se cierran las celdas y preparas la mirada para seguir las letras del libro que te espera. Un tiempo de reposo y de ficciones.

Noche engarzada a viejos laberintos con espejos multiplicando las figuras. El vaso fingiendo estar sano, en la permeable imaginación de la salida, ofreciendo un contenido embriagador.

Acude a la pequeña celebración la imagen fantasmal de aquel primer brindis. Una escena muerta. Reencarnándose en las blancas paredes donde una mano atrevida escribe su nombre.

Los caracteres hacen resonar la voz del pasado y dan un salto enorme hacia el futuro.

Después los párpados bajan su telón en busca del sueño añorado. El vaso sigue allí esperando el amanecer.

A la mañana siguiente:

Guantes de goma, jabón y una esponja. Tomo el vaso sin grieta entre mis manos y todo se rompe. 





jueves, 3 de abril de 2025

MARGARITAS AMARILLAS





En sus tiestos, todas las plantas
desconocidas, nuevas,
me miraron de pronto
como seres benignos
que pedían respeto
dándome su cariño.
(Ida Vitale - "Invernadero")


A menudo pienso en un mundo nuevo, en el latido cercano que nos dejaste, en tus manos atrapadas por la tierra, en tu sonrisa hacia el verde o el colorido camuflaje de los parterres...

Pienso en regalarte mi amor tan secreto y enterrarlo a tu abrigo, que custodies ese pedacito de mi alma y las margaritas amarillas.

Creo que ha llegado el momento de embarcar tu risa hacia el horizonte marino. Podremos ponernos junto a ti bajo la bóveda celeste y unirnos en una plegaria de flores silvestres. Es posible que nos cuentes cómo se agita el oleaje nocturno, transmitiéndote los sueños de los viajeros. Tú misma atravesaste un océano ilusionada con el misterio de otras costas. Fuiste allí a buscarnos sin saber que llegaría la despedida. También encontraste el amor y danzaste con él hasta que los dioses vinieron a buscarlo.

Te llamamos algunas veces sin darnos cuenta de que te has ido al lugar de los abrazos, donde la luz te acoge. Te nombramos una y otra vez como si todavía pudieses participar de nuestras dudas y aflicciones, esperando que de algún modo te pronuncies y nos aconsejes.

Vivimos en la utopía azul de tu mirada que nos protege aún desde alguna parte, como si fueras a abrir la puerta y sentarte entre nosotras.

Sin embargo, tu ausencia crece y madura en nuestro pensamiento, dispuesto todavía a errar y situarte en el presente. Eres suma de recuerdos cuando evocamos tus pequeñas hazañas y también las grandes.

Nos enseñaste la lucha vital y nos aferramos a tu ejemplo, para no decaer en las situaciones difíciles. Guardamos tu legado en nuestros pequeños cofres, donde palpitan los días.

Tu nombre se llama amor en nuestros labios.





sábado, 29 de marzo de 2025

EL CISNE

 




Olvida, sí, el delirio
de luchar con augures
y escombros. Mira sin afirmar.
El futuro no es tuyo.
(Ida Vitale - "Olvidar la distancia")


Escribe con tu plumaje blanco sobre la lámina azul de la ría: bríndame un verso de belleza nívea para la noche que acecha con su oscuridad tremenda. Bate tus alas sedosas y abrígame las palabras soñadoras.

Nada, perseguido por tu estela mágica, hasta la orilla silente donde se escondió mi grito. Deja allí el sedimento de tu hechizo y sálvame de la agonía penumbrosa y la impotencia que residen al borde del abismo.

Adorna con tu silueta ese paisaje que sospecha del límite nocturno en el que habitas cuando llegan las sombras. Cuéntame tu infancia triste frente a los espejos y cómo la bondad del tiempo renovó tu reflejo.

Muéstrame las caricias de tu vestido adulto al que el agua toca sin dejar huella. Alza tu cuello nevado y otea el horizonte con el orgullo de lo divino.

Yo tengo tu retrato en la infancia cuando aspirabas a ser bello y todos los símbolos decían lo contrario. Hoy miras el objetivo con lujuria desde tu querencia y tu cabeza hermosa se inclina en una reverencia.






viernes, 21 de marzo de 2025

AHUYENTANDO EL MIEDO


 



Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado/

como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
(Julio Cortázar - "Nocturno")


La necesidad surge imperiosa, el miedo desciende y la habita después de la medianoche. La incertidumbre viaja de aposento en aposento con un pasaje de ida y vuelta y  la atmósfera asfixia a las ventanas. Es también en la noche que la soledad esgrime su mejor discurso. Aún es una soledad infantil, apenas balbucea frases ya gastadas.

Su letra no se asusta, despierta a intervalos regulares y toma notas: el invasor es un mal verso, intentando deconstruirle el placer poético a la madrugada.

Dibujó el sueño en el aire tibio del embozo y lo guardó a buen recaudo en el lugar que ocupa su colección onírica. También puede tramar sueños sin soñarlos.

A veces la oscuridad le trae un amor y la noche se calma. Otros días es la música la que aconseja a sus sentidos. Rememora el baile bajo los tejados en la ciudad que la preñó de canciones.

Desata nudos en las tertulias aflojando la desmemoria. Ilumina la esquina de los enamoramientos atenta a los añiles nocturnos. El oxígeno purificado respira el canto de los grillos.

Enmudece una voz avinagrada pronunciando  exabruptos que rebotan en las paredes y trepan hasta las cornisas. A veces se oye un himno de paz saltando de farola en farola llamando al baile a las sombras que caminan.

Hay un acuerdo campestre en los sonidos de esa parte de la urbe, alejada de los gritos y las promesas de venganza.

Ya nadie quiere derramar el rojo elixir de los latidos.





domingo, 16 de marzo de 2025

SE CAE DE SUEÑOS


 




Le cortamos el pelo del llanto,
las uñas del banquete, las pestañas del sueño/
(Julio Cortázar - "Sueñe sin miedo, amigo.")

Se levantó de la cama y se frotó los ojos para borrar las últimas imágenes de un sueño terrorífico. Necesitaba un café cargado con urgencia. Estaba asustada, había soñado vívidamente y ahora no sabía cómo despertar por completo.

Se puso una bata roja y salió al pasillo que le pareció más largo y más tétrico. Las telarañas de la pesadilla enredaban sus pensamientos. Ya en la cocina puso agua y café en la italiana y pensó que nunca había investigado el porqué de llamarse de esa forma. Simplemente no le había interesado. En unos minutos el sonido típico del café cayendo dentro del recipiente superior la sacó de ese estado, en cierto modo, catatónico. Se sirvió el café y encendió un cigarrillo. Dio una calada profunda y vio cómo el humo la rodeaba al exhalarlo. El aroma del café brasileño entró placentero en ella al dar un largo sorbo.

Fue al baño con la taza en la mano y se miró en el espejo. Las ojeras marcaban y hablaban de la noche terrible que había tenido.

Volvió a la cocina y apagó el cigarrillo en uno de los ceniceros apilados en un rincón de la estantería. Se sentó y terminó su café tomando conciencia de la hora, si no se daba prisa llegaría tarde al trabajo. Miró sus manos y observó un ligero temblor. El miedo aún no la había abandonado.

En la ducha revivió el sueño: corría desesperadamente por una calle oscura y detrás de ella iba alguien con un cuchillo en la mano, se despertó cuando la alcanzaba.

Ya era libre, estaba despierta.


Foto: Paula Toral

jueves, 13 de marzo de 2025

PERSONAL E INTRANSFERIBLE



Tratas de no saber y sabes
que ya está todo maniatado,
                                                  allí
donde pernocta el irascible
lastre del desamor, sombra
partida por olvidos, desdenes,
llave que ya no abre ningún sueño.
(José Manuel Caballero Bonald - "Desencuentro")



Miro la foto del cisne, ajena ya al paisaje, sobre mí se confabulan las nubes y el sol dibuja un arcoíris. Es simple, termina el paseo, los ojos que se entretuvieron con el azul y el verde, del agua y la vegetación respectivamente, ven ahora los emblemas que acunarán el recuerdo.

Del aire fresco procede todavía una tenue sensación de libertad que retrasa los pasos contabilizados hasta la noche. Siempre ese miedo al retorno, como si la casa sucumbiera al poder de la distancia. Mis cuitas aspiran a una fortaleza inexpugnable,  que limite las intromisiones del indeseable. Una última ojeada a la marisma revuelve mis nervios y se asienta en la boca del estómago, como una puñalada mortal. Baja de las nubes más cargadas una humedad invasora, quiere llover sobre nuestras cabezas y nutrirnos con remolinos incesantes.

Que no se noten las lágrimas del regreso.

Antes de provocar esta necesidad de exilio llegaba a puerto sana y salva, al refugio de mis pertenencias. En esta época de guerras sin fronteras, atraco en estancias colonizadas por la ira.

Siento ajeno el lecho exento de sueños. Ya no aspiro al abrazo de la noche: soy un alma descatalogada.

Pretendo no equivocar el sentido de mis huellas ni la dirección de mis pensamientos que vociferan mudos reclamos. Mi enemigo, hacedor de infiernos y otras herejías, desmenuza sobre mis ojos cerrados bocados de madrugada triste.

Ha prohibido el llanto. Se aplaude a sí mismo y en sus manos esconde terroríficos homicidios.





sábado, 8 de marzo de 2025

SELENE

 


En mi sueño bebías de un arroyo.
Estábamos los dos.
Yo era la cierva y tú tenías sed.
(Rosana Acquaroni - "18 ciervas")


Vuelvo atrás constantemente, reviso la historia que acumulo y a veces te rescato, como a un sol que viene, en un día húmedo, a absorber las gotas abandonadas por la lluvia. Ya fue, en un apartado hueco del calendario, una vela encendida en cualquier fecha, una palabra con dos significados: el tuyo y el mío.

Porque en la vida todavía existen demasiados olvidos injustificados hablo hoy, ahora sé lo que soy y también lo que no soy, ahora el peligro me aparta de los peldaños afilados. Subo,  y me elevo al borde del aire que te menciona, sin más, simplemente porque hay que decirte y estás en mi almanaque. Vistes de blanco un recuerdo que de vez en cuando se erige en estatua asentada  en el jardín de un pensamiento.

Los antiguos dioses callan y asumen nuestras frases dubitativas, que buscan un equilibrio entre los sueños y la tarde violeta.

Años de mudanzas, somos los mismos y no lo somos. Todavía éramos guapos, triunfábamos sonrientes frente a los azogues y éramos los más valientes en el estío.

Hoy la nostalgia está prohibida, los celos del presente arrasan cualquier sentimiento de antaño. Vivimos como en una cueva donde no entra el aire y escondemos las lágrimas y la tristeza. La calle muda y desconocida nos llama. Es el refugio de nuestros más íntimos deseos.

Oigo, cada noche en el largo laberinto, al que me someto para perderme antes de cerrar los ojos, un grito atroz que huye de la muerte y se anuda en mi garganta.

Te cuento esto porque sé que sabes que sucede. Es el momento adecuado para decirlo y que el culpable no se salve.

Ahora viene el silencio, digo llueve y preparo un paraguas blanco: extiendo mis alas y vuelo hacia un párrafo infinito.





sábado, 1 de marzo de 2025

VIDA PARALELA


 



Si no supiera qué amor eres
ni tú supieras qué amor soy,
habríamos perdido nuestra estrella.
(Joan Margarit - "Amor y supervivencia")

Cerca de ti se le muere la tarde, los días se le convierten en astillas que no lamerá el fuego. Las horas vagan turbias por una esfera de otro tiempo, como si cayera en una eterna despedida, como esa lluvia torpe que deslumbra a los paraguas.

Tal vez no quisiste acuchillar sus pasos y abocarla al tropiezo, tal vez fue la desesperación y la rutina de los secretos olvidados. Tal vez un espasmo del llanto te desquició la noche. Quizá eras así, un grito maléfico, y ella no te había visto la lengua desnuda. Quizá le enseñaron que el otro era el más fuerte y aprendió a vivir debilitada en su silencio.

Hoy busca un permiso para asomarse a la ventana del océano y descansar su mente de tus paradojas. Siembra olas en sus ojos y aborrece el rincón que comparte, sale al viento y al sol y al paisaje que te esquiva. Hoy se nutre de otras vidas, escondiendo su mirada entre las páginas, mientras eleva una plegaria.

A veces ve un camino sin escombros y se siente a salvo del desamor que le ofreces.

Hasta los monosílabos pesan entre sus labios para contestarte a las costumbres.

Apacigua su cuerpo en la danza de un escenario, su corazón hambriento brinca con cada salto de los bailarines, invadido por la celestial música. Sus dedos tamborilean arpegios sobre su regazo. Sus manos quieren ser libres aplaudiendo y te niegan en su pensamiento: son aves sin caricias intentando posarse en alguna rama.

La voz se le quiebra hilando una frase que empieza a alejarse. La quietud de sus formas no desequilibra tus egoísmos, los mantienes en pie sordo a sus reclamos.

El sol baja el telón y acalla su relato, los bosques se visten de negro, las ventanas se cubren de cortinas y discursos interiores.

Va a su cuarto, mulle su almohada y recuesta al libro que dormirá con ella.










viernes, 28 de febrero de 2025

DURANTE TUS AUSENCIAS

 




fantasmas de lo que no ha sido,
alzan sus banderas,
las derrotan y mueren.
(Ida Vitale - "Un desierto de nada")

Viste pasar la tarde en conversaciones con los dioses, lejos de los pasillos siempre habitados. Nunca esperas el castigo, el fantasma lo intuye y muere de la rabia. Se convierte en un animal herido, por nada, es tan sólo su pensamiento putrefacto que le lleva al combate consigo mismo.

La primera vez que el fantasma acudió a no verte, la rotura te condenó a mil causas posibles por las cuales los objetos fenecen. Pero las cosas siguieron quebrándose en tus ausencias. La cortina tiene su saña grabada en varios tajos que sólo puede el filo de un cuchillo. Así pues, tu fantasma porta armas blancas como la túnica de su traje.

A veces las ensoñaciones te dicen que es un ser vivo muerto de aburrimiento. También te preguntas si la envidia, ese sentimiento ruin, alcanza a las almas vagabundas.

Todo esto viene de la conclusión de que nadie puede, en su sano juicio, romper cosas cuando te ausentas.

Sin embargo, la creencia en los espíritus que se pasean por tus habitaciones cuando no te hayas en ellas es un ejercicio de devoción esmerada. Te ves obligada a fabular una leyenda por el bien de tu cordura. Y así vas sumando los objetos que pasaron por las manos del fantasma y sus debilidades. Alguien te dijo que ser un fantasma es también una cobardía. Aunque lamentablemente la lógica no resuelve la situación.

Ayer, sin ir más lejos, a tu regreso confirmaste tus sospechas, que se descolgaron detrás de una puerta. Durante horas, el vacío ocupó tu casa y, al llegar, las ropas derramadas sobre el suelo dieron fe de sus andanzas. Una vez más el fantasma había actuado.

No obstante, es tan insignificante para ti su presencia, que ya no sientes la amargura de las primeras veces. Lamentas, eso sí, que no se pueda aplicar condena a un ser de ultratumba.










miércoles, 26 de febrero de 2025

UN DÍA MALO


 


Mi muerte y su responso y su esperanza./
Mi muerte sin yo misma. Qué tristeza!/
(Piedad Bonnett - "Canción para mañana/En consideración a la alegría")


Buscar la papelera y tirarlo, hay que aprender a deshacerse de los días malos, hay que dejarse mecer por el nuevo día, hay que resolver las incógnitas de la maldad...

Pero ahora un día malo deja secuelas, la carga sobre los hombros debilita, la voz está atrapada en una pesadilla. Un día malo, y su responsable, no deja recuerdos imborrables, deja toda la suciedad por los rincones y una herida enorme en el centro. Ahora ya no se olvida un día malo, se llevan uno detrás de otro como las cuentas resquebrajadas de un collar. Ahora un día malo continúa en los otros como testigo, tarda en desvanecerse.  Caminar por los siguientes es demoledor, como caminar por los terrenos baldíos, los solares sin casas, los muelles sin barcos, los mares sin peces, los desiertos sin brújula... Las costas sin aves son un mal presagio de días malos y soledades. Los que habitan los días secuela son pasto de la indiferencia: las víctimas dictan sus penas. Los días malos ahora secan cualquier incipiente brote.

El reflejo del espejo, donde rebota el sol y vuelve a su guarida de días nublados, asusta al asomarse. Fue un mal día, parece decir, el veneno sigue en el aire y en la mirada. Hay un baúl colmado de lágrimas a punto de desbordarse: es la suma de los últimos días malos inundando tu morada.

Ahora no se puede perdonar un día malo, ahora los días son lujo que no se puede permitir desaprovechar. El que provoca un día malo merece condena y alejamiento del lugar.

No es un papel que se arruga y se tira porque los versos no eran los mejores, los que ríen la gracia del tirano ríen de las heridas de la víctima.

Un día malo flagela vilmente al inocente y desamparado.





martes, 25 de febrero de 2025

ESCAPAR

 




Qué anemia y apatía
la de los otros sentimientos!
(Wislawa Szymborska - "El odio")

Escapar. El sonido atronaba dentro de su cabeza. Y entonces ella sólo pensaba en escapar.

Lejos de aquellas calles, lejos de la trampa que era allí su vida. Escapar de aquella cárcel. Hacia el paisaje.

Hacia donde sé diluían las aceras. Hacia donde se confundían cadenas y aire libre.

Renacieron el asco y el odio, los expulsó entre sus vísceras sobre la lámina azulada en una ceremonia mortuoria. Las vistas se tornaron lúgubres desde aquella perspectiva.

Todo se agitaba, buscó el equilibrio de aquella tristeza inmensa. Cómo evitar aquel silencio amargo, repleto de palabras luctuosas. Y aquel odio dentro de sus entrañas, como un hijo no deseado que intentaba arrancarse. Cómo limpiar un sentimiento tan sucio.

Sólo un bello amor que la liberara podía contrarrestar aquel infernal sentimiento. Envolvió sus pies en los festones del agua en un intento de borrar sus huellas y regresar al refugio dando otros pasos.

Recompuso su forma, quería retornar a ella borrando esos años de cautiverio. Borrar todo el dolor y todas esas noches de sufrimiento.

No lloró cuando se lo dijo, se habló a sí misma: te han robado todos estos años de vida y te han hecho sufrir.

Sin embargo, esa presión en el pecho, ese nudo que no se desata, eran síntomas ineludibles.

Y ya no podía soportarlo más.





viernes, 21 de febrero de 2025

DOMINIO


 



Un alma que muere envenenada
muere sin porqué
(Chus Pato - "Una larva, etimología/SALVOCONDUCTO")

Quería dominar la lluvia, don que los dioses le habían concedido a ella, y por tanto quería dominarla a ella. Recordaba a Eva, insignificante mujer que procedía de una costilla de varón. Tal vez su pecado había sido la debilidad de Adán. Recordó también que en el Paraíso no llovía y que aquella mujer sólo tenía el poder del pecado. Atravesar esa frontera le pareció muy fácil. Porque él era pecado y no creía en ello. Pegó su nariz al cristal y vio enfurecerse al mar. Siempre que tentaba a la lluvia el mar mostraba su ferocidad.

Copió del celuloide la danza de los indios americanos, ellos, que habían tenido la libertad, vivían ahora en reservas y muy reservadamente. En cambio él era libre y disponía de un poder a través de ella. Se sobresaltó y miró de nuevo hacia la playa, era la voz de ella cantando a la orilla, mientras que las olas empeñecían. También cesó la lluvia.

Ahora la furia del mar estaba en él, sacó un puño, -arma inexorable de sus odios- hirió con él la línea divisoria del horizonte y la ventana se quebró. Amonestó inútilmente al cielo nublado que ya parecía seco. La letanía de ella seguía sonando en sus oídos aturdidos por la fiera que albergaba.

No veía su rostro pero estaba seguro de que esgrimía una sonrisa a los Hados. Sabía también del dolor que le causaban aquellos días de lluvias persistentes. Ella, por su parte, adivinaba el placer que sentía él, cuando lograba sus objetivos sobre la naturaleza.

Él siguió observándola y escuchando su voz. De pronto la vio caer de rodillas frente al mar y esconder su rostro en sus manos. Pedía algo. Mantenía una conversación con las fuerzas sobrenaturales.

Una fractura en la bóveda celeste descubrió rayos de sol. Ella flexionó su cuerpo y posó sus cabellos sobre la arena.

Él encolerizado. Ella agradecida.







miércoles, 12 de febrero de 2025

DÍA REGALADO

 


Deshoja el bienestar de su café,
sonríe a quien le mira, se consuela,
porque tiene un secreto.
(Luis García Montero - "Hombre de lunes con secreto/Completamente viernes")

Cada plenilunio trae un mensaje cifrado, una incógnita, un recuerdo: basado en hechos reales. Vivía aquel tiempo suavemente y la risa alborotaba los días.

Cuando vuelve atrás, cosa que ahora hace frecuentemente, la calle se llena de desconocidos. Pierde en el fondo de un bolsillo el nombre de la ciudad. Todavía no ha encontrado una explicación a esa reminiscencia recurrente que cada luna impregna el aire.

Simplemente camina entre seres ajenos a sus evocaciones. No se pierde en ese sendero, como no pierde ciertas costumbres, ciertos actos que provienen de la memoria.

No necesita una solemne celebración, acude a la remembranza casi involuntariamente, surge el pensamiento sin voz que lo pronuncie, lo acuna como a un ser frágil. Se reserva esa luz de la memoria y de la vigilia a cambio de las noches silentes y oscuras.

Silva el viento y despeja dos nubes alrededor de su cintura. Prepara sus ojos para esconderlos detrás de los párpados. Escucha la última campanada y sabe que ya se ha encontrado con otro día: nuevo, ágil después del sueño, sin secuelas del anterior, con un plan difuso, de horas pacientes... Un día de regalo como todos.





sábado, 8 de febrero de 2025

PACIENCIA

 


 
en tu infinito ser,
mar que se pierde en otro mar:
olvídate y olvídame.
(Octavio Paz - "Olvido/Libertad bajo palabra")


Las horas se diluyen reblandecidas bajo el sol invernal, mientras el dolor acude a la capilla del silencio. Voces mudas en el aire por un enjambre de bendiciones. Alabas el tiempo sin ignorancia, sabes de las falsas alas que discuten en lo alto. Su vuelo enardecido al margen de tu humilde ámbito.

Inerme, agotas la jornada de candados cerrados y recuerdas otro tiempo más lúdico, con menos trampas. Evitas los rumores del arroyo lejano porque no quieres recibir a la infancia. Hoy te acomodas en la edad adulta fuera del mapa estipulado y te elevas con las canciones, viajando a través de ellas hacia otros lugares.

Te has visto en ese gesto y la has visto a ella, una ausencia que te invade.

Desplegaste los poemas que te recorren las vértebras y los pliegues de la mente llevándote a otros mundos. Puedes soñar despierta, es un acto de desobediencia donde los sueños están prohibidos. Tal vez no quede mucho tiempo, es conveniente rebelarse ahora y si acaso masticar la hierba de la libertad.

Ahora duermen los sonidos de tu juventud, un retorno somnoliento, una parada para respirar profundamente, un nutriente, un manjar, una salida virtual hacia los ecos de otra vida que has tenido.

Ahora procuras tener paciencia con las cosas que no puedes cambiar y no dudas en cambiar aquellas que sí puedes.





martes, 4 de febrero de 2025

MALICIA

 


Bajo tu clara sombra
vivo como la llama al aire,
en tenso aprendizaje de lucero.
(Octavio Paz - "Libertad bajo palabra")



Los espacios atienden a una súplica latente, el lugar menos intrincado se convierte en un laberinto exento de salidas. Siete lamentos en la cresta de la ola arrasan el lecho donde nadie puede conciliar el sueño. Algunas palabras migran a la piedra y vierten un epitafio inesperado. Ella, indolente, torturó los días que se tornan pacíficos cuando desaparece. No siente culpa ni remordimiento, algo maligno ocupa su pecho.

Sólo el silencio, las manos quietas cruzadas sobre el regazo, pensamientos cohibidos bajo la lámpara, luces invertidas como aves destempladas fuera de su nido. Vienen a hablarte los bosques y esa sombra en el centro de una jungla desconocida. En la quietud, aunque no cesa el tormento, los pensamientos se visten con otros trajes.

La malicia volteó en el camino de regreso para observar las almas caídas. Muestra su indiferencia al sumarlas.

Te quedas en lo incierto de una convergencia, arrimada a la pared para no perder la rectitud, esa postura que te permite alzar la voz y  proclamar que tienes derecho.

Procuras desmenuzar el odio y enterrarlo en la última planta, donde habitan especies voladoras del desierto.





jueves, 30 de enero de 2025

CASI LLANTO




Aquel murmullo que era casi llanto
era tu rezo, madre.
(Piedad Bonnett - "Días de algodón")


Tu voz es látigo en la mañana a pesar de la sequedad que atora las palabras. Suenan ráfagas de viento en las comisuras de una boca que te traga y no te devuelve viva, el sueño ha mortificado tus ojos y la mirada se inflama. Sobre el espejo una lámina con un rostro y su pena descolorida. Una noche siniestra. Un bebedizo amargo preparado momento a momento. En la oscuridad un parto de llanto y un lamento que nadie escucha.

Naufragaste en la noche como siempre y en el halo matutino ascendían tus cuitas por empinadas escaleras sobre los escombros de tus sentimientos.

Recurres a un brebaje y a los libros, sanadores inmaculados de tus días. Confías en el hechizo que te otorgan, crees que te salvan porque el peso de las horas es cada vez más liviano. Entre tus manos los textos adquieren mágicas proporciones y propiedades curativas: la jaula se abre y el ave retorna a su paisaje, las manos de la brisa rejuvenecen y acarician el lomo de las colinas,  esos animalillos salvajes enseñando su amaestramiento...

A tu mente acuden los paisajes erosionados, el mar y el viento lamiendo las costuras de las rocas para que ahora se muestren así, suaves con una piel de siglos.

Casi has olvidado la noche, hasta que el reloj, con sus manecillas inocentes, te demuestre que tus pesares quedaron agazapados bajo las mantas.

Alguien te ordena secar esas incipientes lágrimas.




domingo, 26 de enero de 2025

DISTANCIA



Detrás de la ventana,
con látigos y luces, se sentía
la lucha de la arena con el agua.
(Federico García Lorca - "Ruina/
Poeta en Nueva York")

Apartas el dolor y lo distancias vistiéndolo con lazos de indiferencia. Rompen las olas en tus oídos, apurando el silencio de las gaviotas que caminan cerca de la espuma. Tus ojos contemplando la lámina gris del agua, ventana de la Tierra, poderosa amalgama de la línea unida al cielo. Un cuerpo a cuerpo lejano más allá de los faros que palpitarán en la noche.

Paso a paso te alejas, de espaldas al mar regresas a la calma que esperas encontrarte. Tal vez te equivocas, piensas, y sientes como se eriza tu piel en un amago de temor.

Ya en tu morada de luces apagadas, comprendes que tu olfato pleno de mar, busca las notas del aroma que te seduce. Mientras se prepara el café las imágenes recorren tu pensamiento. Es el mar profundo que te traslada a otras costas donde quedó grabado el primer tiempo hacia la vida y la libertad inherente.

Sorbo a sorbo viajas hacia lugares donde eras libre y humana, la palabra se enreda en tu mente y deseas volver allí. Los sueños imborrables te llevan y te acercan a los sentimientos.

Posas la taza y te enamoras nuevamente en el espacio de la tarde.


viernes, 24 de enero de 2025

ELLOS Y ELLAS

 




"Ya no tiene paisaje mi amargura."
(Ángel González ÁSPERO MUNDO)
 

Es la lluvia constante, cataratas de llanto que no ambicionas, un cielo plomizo preñado de agua y el dolor obsceno después de su violación. Es la cárcel del bajo vientre marino, cuando el salitre se adhiere a los dientes de la mordida.

Es la esperanza de la delicadeza que no llega. Espera inútil.

El mar calla atónito escuchando el tamborileo en los patios vecinales. La burla de las piedras que salpican el suelo bajo la suela traidora. Sientes asco ante las huellas de su paso en tu ausencia, allanando vilmente tu humilde refugio. Te lo mencionas casi sin respirar y recuerdas el mareo de la mañana ante el pequeño espejo,  te mata lentamente disfrutando de cada instante.

Te preguntas cómo resistes el día y la noche, sin descanso, mientras te persigue el daño de sus tentáculos.

Las manos de ella se enredan en tu centro. Golpean. Pides ayuda. Pero tiene la misma raíz que el torturador.

Veinticuatro horas, turnos demoníacos. Los nombres se suceden.

jueves, 23 de enero de 2025

UNA LÁNGUIDA FLOR

 


"El éxito

de todos los fracasos. La enloquecida/

fuerza del desaliento..."


(Ángel González "ÁSPERO MUNDO")


La luna afilada corta el cuello de una nube: aúlla el sol en el hemisferio sur.  No sabes si fue un tango, la melodía furiosa habló de desamores en una hora opaca. Una flor lánguida desafía a la noche y la interroga superando su miedo.

Cuentas las heridas de tu cuerpo silenciosamente, sólo las enumeras y las cifras van poblando tu piel. Una suma de desavenencias con la vida, un eco fortuito de inocentes pasos en los límites de cualquier abismo.

No le hablas, no conversas con sus intenciones punitivas, esquivas las sendas que transita, cierras las puertas de su morada. Sabes que vivir es su enemigo, pretende instalar una alambrada alrededor de tu pequeño mapa.

Si tu lucha fracasa buscas aliento en el día siguiente y ves cómo la luz protege el aroma de la flor abriéndose. La victoria se desvanece y pierdes una vez más contra su táctica tecnológica. Sólo eso, un nido de imposiciones metahumanas. Ha olvidado el significado de respeto, si es que alguna vez lo supo.

El desaliento puede, alguna vez, arrodillarte con dolor sobre el suelo, acercándote a la barrera electrificada.

Tiembla tu rabia. El grito florece.






viernes, 17 de enero de 2025

UN SURTIDO DE TRISTEZAS



Días recorridos por un surtido de tristezas, la luz no se inmuta, rebota en el espejo y deja una marca oscura en la cintura de la noche. Algo tiembla en el fondo de la palabra, el aire escaso y el deseo de una despedida te hieren. Juntas vocablos a ciegas por los pasillos intentando consolar a esa cruel madrugada. El amanecer tarda, mientras el intruso golpea interruptores de la vida.

El vientre yermo de la bóveda escandalizada tritura las alas que el día te concedió. Has corrido los riesgos de una libertad prestada en las horas matutinas y el castigo viene en la oscuridad. No te llama por tu nombre, utiliza términos malditos y desobedece impunemente la ley del cielo.

Mil cuchillos afilados se clavan en tu cráneo y los pensamientos divagan equivocados, buscando una senda que los oriente hacia la calma.

La lucha horroriza a los ángeles nocturnos y el miedo te mantiene al borde de un precipicio. Aterrada descubres en el silencio los confines de la muerte, ruegas que sea la suya para liberarte. Has medido las posibilidades de un asesinato y tus venas palpitaron sobre las veredas de las calles vacías. La ira despierta su deseo de matar y puede hacerlo sin dejar huellas, la distancia le protege.

Es extraño que aún así puedas escuchar las canciones de amor a pesar del peligro que corre tu latido. Algo que jamás tendrás, en tanto su presencia se repita.


martes, 14 de enero de 2025

CLIMATOLOGÍA TEATRAL



No le digas que la nube fue protagonista de la lluvia mansa, cuando los grises se mostraron quietos en la bóveda. Una obra teatral del clima irascible de sus mentiras, ejerciendo la crueldad tanto en sus actos como en sus palabras. La muerte anda cerca y va de puntillas tras las ventanas cerradas a cal y canto contra la niebla.

Ella desarrolla un rencor sobre la tierra que la  devolvió herida, inevitablemente mala como un fuego a propósito sobre los bosques. La torpeza del aire inerte envuelve su cuerpo en el manantial seco del amor.

Las voces mágicas del viento acuden a la cita para escucharte y cantarte una nueva canción.

La densidad del oxígeno se hace insoportable, los campos magnéticos giran velozmente. Ellos y ellas juegan a ser dioses. Castigan a las partículas que respiramos y crecen hojas con espinas donde se ocultan los misterios.

Hay matarifes en las esquinas de las calles, ese laberinto que se han inventado: un juego sin escrúpulos. El huracán comienza en la convergencia de las pendientes, el vendaval arrastró los sueños y ya nadie desea pisar esos senderos.

Te convirtieron en la víctima de tus dones. 




jueves, 9 de enero de 2025

CONFESIÓN

 


El incienso se quema en un recodo de la casa, borra aromas pestilentes de su paso, esas huellas de animal en sequía, el sonido de sus pasos cuando no estás, la vertiente más retrógrada de otro tiempo y el cansancio que te aflige.

Los aromas de la tarde se tuercen y evocan las canciones que te liberan de un corsé prohibido por tu ánimo etéreo y silencioso. Rasga la cortina de la siesta porque quiere enseñarte desnuda al mundo y recuerdas la escena de la mujer en aquel balcón del miedo.

Cuando ataca se pone el cielo gris, se revuelven las aguas y todo amenaza con arrollarte. El tiempo se alarga y nadie castiga al malechor, no hay justicia te dices y recurres a las plegarias de la infancia. La lucha es solitaria y quienes quieren apoyarte se encuentran con la venganza.

Golpea tus sueños con los nudillos de la maldad. Pared papel en el desierto y el dolor que no cesa. Caminas con el peso de tu alma extenuada sin saber a dónde vas ni quién podrá frenarle. Cuál es el oficio verdadero de los guardianes, que no descubren sus artimañas. Se le ve clavando agujas en el sol mientras el barro se acumula en otra geografía.

Y en la madrugada te hallas a ti misma sobre el ara inmaculada de tus posesiones minúsculas, rogando su muerte para que todo termine.





viernes, 3 de enero de 2025

DESPERTAR


La mirada repleta de invierno, el vacío en el pecho como si carecieras de vísceras, las manos en los bolsillos como puños de la derrota, un canto al cielo y a la esperanza, sin armas de momento para una nueva victoria...

El día empieza muy pronto aunque todavía tengas noche entre los párpados. Te seduce el sueño posado sobre la almohada. Quieres volver a tenerlo como si fuera un niño pequeño que acude a tu regazo.

La tristeza conversa con el primer café del día.

Flotas en el aire con tus mejores pensamientos, sueles decirlos en un murmullo y se hacen jirones rozando la mañana. Te duele, la realidad te duele y te aprieta la garganta. Sólo una cascada de lágrimas podría vencer al dolor. Dormir es siempre una tentación pacífica, una huida de las garras que atenazan la oscuridad antes del amanecer, porque todos los símbolos se esconden y la visión es terrible sin luces que te acompañen.

Poco a poco las sombras se disipan y encuentras el valor para dar un paso tras otro. Todavía te sirve la canción que escuchaste y eres libre dentro de ella. A pesar de la dureza de las cadenas, siguen fluyendo las horas y te cuentas una mentira otorgándote así el beneplácito de la vida. Un cuento más para poder abrir los ojos.

Vagas en la penumbra matutina buscando razones que te sostengan.





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