jueves, 21 de mayo de 2009

DI-VAGANDO.


La cuestión era… Pienso. Diván enternecido. No, no me lo diga, no quiero oírlo. El techo tan limpio, ni una telita de araña, ni el hombre idem que trepa. Labios pronunciando y lento, adentro, viajo… Vía láctea derramándose en el interior del universo. Es la duda, ¿sabe? A veces también el miedo. Pero lo dijo, lo dijo, lo dijo…







Camino. La medida obsesiva en el teclado pasmado y la mesa del bar y el cristal la lluvia biselada la libreta debería ser cuadriculada los renglones me pierden no me atrevo y a un T.Q. directo el vuelo abierto sobre la nube más densa y el cuarto menguante enredándote en la ficción que suena te escribo como me da la real gana y si no existes en ese planeta del beso cambio las coordenadas me sitúo en tu mapa el de tu hombro y tu espalda en tus brazos y tu mirada libero el ancla y me elevo ya casi lo he tecleado…





… ha despejado el jardín perfecto de los vientos y la cometa la infancia te colorea el agua la melodía que baja hasta el eje siente hasta el hueso de cada historia que te ata a la pupila del día y de la noche interior y sin reproche disfraz hecho jirones a los pies de la cama solitaria me duermo ya mismo escuchando la corriente clara tu voz baja flotando…









































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