jueves, 4 de febrero de 2010

Imagina X

El siglo XXI está siendo testigo de una nueva revolución científica e industrial de la mano de la Nanotecnología, la manipulación de la materia a escala molecular. Nanorobots circulando por las arterias, aparatos que se auto- replican, materiales que se auto-reparan, ordenadores invisibles, chips con ADN, biochips, nanosatélites y teleportación de la materia, son sólo algunos de los prodigios que anuncia la ciencia para el nuevo milenio.



[…]


Billones de dispositivos que a su vez se comunican entre sí y se coordinan para tomar decisiones. Estos dispositivos formarían un "network" en comunicación con superordenadores exteriores y se depositarían por medio de una inofensiva explosión de un proyectil en el sitio deseado. Ellos mismos podrían moverse y mandar información. Por ejemplo, podrían insertarse, porque llevarían un sensor para ello, en el oído de las personas y retransmitirían todo lo que hablan todas las personas en donde se han insertado. Cuando el superodernador exterior identificase a la persona o personas decidiría si actuar contra ellas o no. (Nanotecnología, secretos ocultos e inmortalidad, Eva Chaparro IBLNEWS - http://www.redcientifica.com/doc/doc200112220001.html )

* * *

En la siguiente ocasión que Dunia desapareció en los servicios, obsesionada en corregir su aspecto demacrado, Walter aprovechó para llamar a George. Era bastante normal que George le llamase si estaba en el Instituto trabajando, sin embargo algo le hacía sospechar que la situación tenía visos de ser extraordinaria.

Cuando Dunia regresó colgó de inmediato y el intento de darle a su actitud un aire relajado, llamó la atención de ella.

-¿Ocurre algo, Walter?

-Nada, ¿por qué lo preguntas?

-Me pareció ver una sombra de preocupación en tu rostro. ¿Con quién hablabas?

-Con George. Está trabajando en un proyecto nuevo y quería consultarme algo. Nada importante. Estoy un poco preocupado por tus mareos, sería conveniente que te viera un médico.

-No será nada, he estado trabajando mucho y todavía no me he recuperado.

Subieron al coche y emprendieron el camino de vuelta a la ciudad. Ambos miraban hacia el frente, el horizonte se estaba tiñendo de añil y sus miradas de cierta desconfianza.



ME GUSTA

Seguidores

"Te podría contar..."




Archivo del blog